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DISECCIONES


En el acto de conocer, la perspectiva occidental tiende a fragmentar y descomponer,  se desestructuran todos los fenómenos y se observan sus particularidades. Se diseccionan.
 Las pinturas de esta exposición pueden ser vistas como un compendio de estas disecciones pero estas obras  van más allá de eso porque juegan con el imaginario visual  generado por esta búsqueda de conocimiento encarnado en la ciencia, en específico la ciencia médica, la pintora toma como vocabulario la historia visual que se deriva desde Vesalio hasta las graficas fractales pasando por las fotografías de cuerpos plastificados, haciendo un reflexión visual  acerca de la naturaleza de estas imágenes como materialización de una cierta forma de pensamiento, el que se deriva de las ideas del Renacimiento y la Ilustración en el cual las partes del organismo son símiles de las partes de una máquina u otro sistema.
En el proceso de confección de la obra, Mónica Zamudio nutre su trabajo de todas estas disecciones y las combina de nuevas formas buscando un resultado poético, para ello se vale de recursos tales como palimpsestos, yuxtaposiciones y fusiones, de este modo se generan asociaciones y se hacen evidentes las correspondencias estructurales esenciales en los diversos sistemas: fractales, ramificaciones vegetales, venas y arterias confluyen y conviven generando resonancias y, en palabras de la artista, objetando distancias y propiciando encuentros íntimos.




Texto escrito para la exposición "Disección"
Museo de Historia de Tlalpan 2010
Autor: Benjamín Valdés











 ANATOMISTA DE INTERIORES


Creció en mi frente un árbol.
Creció hacia dentro.
Sus raíces son venas,
nervios sus ramas,
sus confusos follajes pensamientos.
Octavio Paz


En Disección Mónica Zamudio Zamudio une dos grandes tradiciones de mirar al mundo: la melancolía occidental y la contemplación oriental y las trastoca por medio de una imaginación vívida y altamente sensible. Fusiona de manera muy original los órganos humanos con los órganos vegetales de los árboles en piezas como “Cavidad torácica”, “Columna” y “Estructura muscular”. Si en Árbol adentro Octavio Paz imaginó que los árboles tenían venas, en Disección Zamudio Zamudio continúa ese pensamiento de manera pictórica y une con lógica poética venas y huesos humanos con ramas de árboles.
Las fusiones estructurales avanzan hacia obras como “Rama profunda” donde ya se atisban blancas flores, apenas con un toque de rosado— que hacen pensar en los sakura (árboles de cerezo en flor) típicos de la primavera japonesa. En una línea similar, pero que se bifurca de lo floral a lo fractal, destaca “Branquial anterior” donde la estructura ósea está sobrevolada por sutiles triángulos anaranjados, que parecieran formar un móvil onírico.
Disección alberga además de cuadros, pequeñas instalaciones como “Reconocimiento” en la que por medio de una composición a base de láminas superpuestas, la artista logra extender las posibilidades de su ars poetica a ars combinatoria, con una pieza de pintura en tercera dimensión en la que las capas dialogan entre sí y proveen diversos acercamientos para diseccionar los paisajes interiores de árboles y hombres que Mónica Zamudio Zamudio ha recreado con absoluta belleza y en una límpida ejecución.
Piezas como “Estructura muscular”, “Cavidad torácica” y “Columna” se acercan íntimamente a la escultura porque están pintadas más allá del plano, se expanden a los costados de la caja rectangular de madera que tienen como soporte. En la primera pieza, la estructura muscular humana es recreada con sanguina mientras que las ramas del árbol con tinta china y los puntos donde ambas se imbrican parecen tan naturales que el espectador no podrá evitar cuestionarse asuntos del tipo: ¿Acaso no tendremos todos un árbol adentro? o ¿No tendrán los árboles músculos en sus pantorrillas, listas para salir corriendo a la menor provocación de nuestra imaginación?
Llama la atención la versatilidad en los soportes de Mónica Zamudio Zamudio, que van del bastidor clásico en tela, pasando por la madera y los domos hasta llegar al acrílico. Sin duda se trata de una artista que no conoce límites formales ni espaciales y para quien la pintura posee una fuerza expansiva en la que el soporte es el que se adapta a la obra y no al revés.
Disección muestra que Zamudio Zamudio ha encontrado la originalidad de su obra  en la asimilación de elementos típicamente disociados, que al ser sacados de sus contextos originales y mezclados con homólogos de otros conjuntos crean todo un universo poético-pictórico nunca antes propuesto en la escena nacional y definen así el estilo sobrio, contemplativo y zen de la joven pintora mexicana.

Texto escrito para el catálogo de la exposición "Disección"
Museo de Historia de Tlalpan 2010
Autora: Karla Olvera